

Discover more from Sembrando Juegos
Esta es una traducción/adaptación al español del artículo “How The Games Industry Hurts People” de Chris Pollock
Esta entrada comenzó como un borrador que tenía cinco líneas
estar encerrado en un mal ambiente de trabajo
no es como ser cazado por un tigre
que destruyó su jaula
he olvidado el número de veces que ha sido lastimado o casi asesinado en el trabajo
pero recuerdo las que se ha lastimado mi alma
Lo sé, usualmente cubro inmersiones técnicas sobre cómo funcionan los juegos, pero en un mundo donde cada estudio importante recibe un artículo como “Kotaku - Dentro la cultura de sexismo en Riot Games”, sería negligente de mi parte no hablar del hecho que los estudios son operados por personas, y que cómo esas personas operan es tan importante, así también como funciona su software.
Para hacer eso, debemos hablar de biología.
El cuerpo humano es una cosa maravillosa, resiliente, capaz de hazañas increíbles, y la habilidad de cambiar para convertirse en capaz de hazañas increíbles. Aunque hablando sobre evolución, fue construído para sobrevivencia. Y para sobrevivir, depende del sistema nervioso simpático.
Luchar o Huir
Cuando es activado, el sistema nervioso simpático incrementa tu presión sanguínea y el ritmo cardíaco, dilata las pupilas, empuja adrenalina e incrementa el flujo de oxígeno en tus órganos vitales, preparándote para pelear por tu vida o correr hacia el bosque gritando. Pelear te mueve hacia un problema. Huir te mueve lejos de él. Desde su raíz, el sistema nervioso simpático dice ‘YO PUEDO’.
El cuerpo humano evolucionó y se construyó a sí mismo para hacer esto, puesto que la mayoría de las amenazas que impedían lo que nos permitiría vivir o reproducirnos tenían que ser asesinadas, o teníamos que huir de ellas.
¿Qué pasa si no podemos huir o pelear?
Para bien o mal, el cuerpo humano también se construyó otro mecanismo de sobrevivencia que está sospechosamente situado para establecerse en una reunión de diseño con alguien que te señala y busca minimizarte en cada oportunidad, o para asistir a clase con alguien que te golpea. No es para lo que evolucionamos, pero nuestra biología tiene un sistema nervioso que se dispara cuando debes cumplir cortésmente con reglas de interacción social hacia alguien que te está dañando activamente. Hemos escuchado la activación de nuestro sistema nervioso, hacia la reacción de lucha o huida — es lo que nos dice “QUE GRAN MIERDA, ¡HAZ ALGO!”. Pelear o huir es una llamada a la acción, el pedal para acelerar.
Pero en un ambiente de trabajo no puedes usar el pedal acelerador de la forma en que la naturaleza esperaba. No puedes subir las escaleras para una reunión y protegerte con los muebles, a salvo del atacante. No puedes saltar sobre la mesa y ahorcar a la otra persona hasta que la amenaza termine.
Así que pisas los frenos, sin importar lo que el cuerpo te diga. Lo que ocurre es que entran otras emociones poco conocidas.
Congelarse
Si tu alguna vez presionas el freno y el acelerador al mismo tiempo, sabemos lo que ocurre: humo, mucho humo. Hazlo por largo tiempo y habrá fuego. Las partes del automóvil empezarán a fallar, y luego todo el automóvil.
Nota: Antes de entrar en la gráfica es importante notar que la teoría polivagal es una simplificación de los numerosos y complejos procesos psicológicos; es menos un análisis de la operación del cuerpo, y más un lente a través del cual podemos generalizar y hablar sobre nuestras experiencias.
Nota del traductor: Dado que esta es un área en que todavía falta mucha investigación, y se conocen sus efectos pero no sus causas completamente, anexo este artículo para agregar dónde nos encontramos en este momento. “Adiós a la teoría polivagal”. Te recomiendo continuar investigando.
Cuando estás en un estado seguro y saludable, el sistema nervioso parasimpático está en cargo, maximizando todas las cosas en las que debes estar saludable, efectivo, ser una criatura social. Cuando no estás segura, el sistema nervioso simpático toma control, preparándote para tratar la amenaza.
Pero cuando el sistema nervioso simpático falla en tratar esa amenaza, las cosas empiezan a salir mal. Cuando está activado, las glándulas adrenales producen cortisol, que es básicamente el sistema de alarma del cuerpo. Te permite reaccionar a amenazas al incrementar la presión sanguínea, ritmo cardiaco, azúcar en sangre, capacidad de coagulación, y otras cosas más. Es genial para huir de un depredador o para cazar a tu presa, pero ¿si no debemos enfrentarnos a esas cosas?, ¿Si terminamos en ese estado por periodos extensos de tiempo?
Los efectos a largo plazo de altos niveles de cortisol están bien documentados y son muy complejos, pero dime si esto te suena familiar:
Estás cansada, no importa cuanto duermas. Tu tolerancia al dolor se incrementa. Subes de peso. El movimiento innecesario, como hacer ejercicio, se siente mal. Te vuelves menos social, tu memoria sufre. Tienes problemas expresando emociones. Tu libido disminuye. Te enfermas con facilidad. Como si tu cuerpo buscara mejorar tu posibilidad de sobrevivir a algo que no puedes escapar.
Estás congelada.
Cualquiera que ha trabajado en desarrollo de juegos conoce este estado, sin importar el nombre que le pongamos.
Esto no es sobre agotamiento (burnout)
A lo que intento llegar es a cosas específicas que ocurren en el cuerpo cuando estás atrapada en una situación que te lastima. Es un estado psicológico, no solo uno mental. Hay otra forma de interpretar la misma gráfica.
En un estado normal, saludable, estás revoloteando entre niveles leves de activación del sistema nervioso simpático. Cuando son periodos cortos de ejercicio, juego intenso o actividades que te desafían, el patrón de entrar y salir de la reacción de pelea o huida es completamente sostenible.
Pero cuando estás constantemente peleando y huyendo, tu sistema está inundado de cortisol y tiene efectos inevitables. Si permaneces ahí por largo tiempo te congelarás completamente.
Para entrar al estado Congelado, requieres:
Encontrar una amenaza que tu cuerpo diga que debes eliminar o de la que debas huir, y luego;
No eliminarla o huir de ella, y;
No resolver este estado, o continuamente volver a él.
En otras palabras — tú debes estar atrapada, e incapaz de hacer nada.
En trabajos no relacionados con la industria de juegos, casi morí en dos ocasiones, y casi (o realmente) fui lastimado — aun así sufrí cero daño psicológico de esas experiencias. ¿Por qué? Pues el sistema nervioso simpático hizo lo que debía y me sacó de ahí.
Mi cuerpo se preparó para tomar acción, tomé acción, y el problema se resolvió. Mi sistema nervioso simpático gritó “¡HAZ ALGO!”, e hice algo. El dolor probablemente se convertirá en trauma cuando no resolvemos o no podemos enfrentaros a esa solicitud. Y la razón de que algunas veces no lo hacemos es que estamos atrapados en situaciones sociales donde la expectativa social nos dice que no podemos caminar hacia el bosque con intención de no regresar, o golpear a alguien con una tabla.
Para aclarar — No estoy promoviendo que huyamos al bosque, o que golpeemos a nuestro jefe con una silla. Pero con el concepto de cómo terminamos en congelamiento en mente, ¿qué más podemos aprender de la gráfica?
Desactivación
El cuerpo está constantemente intentando regularizarse, y regresar a un estado de equilibrio. Continuamente elimina cosas que no necesita, como cuando no permanecemos ebrios para siempre cuando tomamos alcohol. Pero cuando los efectos de la activación nerviosa sobrepasan los procesos de regulación, las cosas se ponen mal.
Cualquiera que ha diseñado un sistema de combate podría ver a dónde va esto. Tu cuerpo se preparó para cientos de peleas que nunca llegaron, y está cargado con cientos de balas de cortisol. Continuamente estás agregando pilas de armas, y no consumiendo sus efectos inevitables. Y estás agregando pilas más rápido de las que salen. Tú estás siendo activada a un ritmo más grande de lo que tu cuerpo puede compensar.
Cuando entras en congelamiento en vez de pelear o huir, los químicos en tu cuerpo entran y aparecen efectos en tu cuerpo que no se disipan o simplemente desaparecen. Y para regresar a la normalidad, requieres detener el apilamiento de hormonas, para luego gastar, purgar, o curar de los efectos inevitables - de una forma u otra.
Brevemente - La activación constante del sistema simpático agrega cortisol más rápido de lo que tu cuerpo puede removerlo, por lo que los efectos se acumulan, causando estragos.
Para ser totalmente transparente - incluso esto es una sobre-simplificación de un conjunto de procesos muy complejos. Lo usaremos como un lente para ver y entender que nos ocurre, sin estudiar un grado en neurociencia, lo que podría ayudarnos a entender el problema.
No hay una forma única, universal, garantizada, de regresar a la normalidad después de llegar al punto de congelamiento, pero debido a que tiene causas psicológicas, hay cosas que muy probablemente nos pueden ayudar, incluso si el camino exacto se ve diferente para cada uno de nosotros. Para algunas personas, podría ser una terapia de trauma. Para otros podría ser dejar un trabajo, cambiar de ciudad o ambos. Para el resto, podría ser romperse a sí mismas con una pieza emocional de música, dejarse llevar, sentir y expresar todas las emociones y reacciones suprimidas durante el congelamiento. Podrías necesitar golpear, patear y maldecir al viento, gritando cada palabra de odio que requieras, cuando tus necesidades, esperanzas y seguridad fueron destrozados. Recomiendo un saco de golpear, una almohada o una cama, en ese orden. Pero advierto - puede no ser suficiente hacer esas acciones, si aún estás desconectada - tu podrías necesitar entrar de nuevo al estado donde tu cuerpo exija “pelear” (Counseling Today - Polyvagal theory in practice), y quemar el combustible que te llena. Esa fue mi experiencia. Podría no ser la tuya. Y hacer ejercicio, aunque se sienta mal al inicio, ayuda en casi todos los caminos.
Cuando todo sale horriblemente mal
El trauma complica las cosas. Te puede dejar en un estado de perpetua huida o pelea, o también te mantiene preparado para entrar a la menor provocación. Para algunos, el cansancio de la pelea o huida continua, te deja en un congelamiento perpetuo. Incluso puede terminar en Trastorno de Estrés Postraumático Complejo (TEPT-C).
El verdadero secreto oscuro de esta industria, es que muchos terminamos viviendo en esos estados, sin conocer lo que son, y no entendiendo por qué dos semanas de vacaciones no ayudan. Incluso cuando dejamos nuestros empleos y tomamos pausas extensas para descargar la presión, con frecuencia no mejoramos, pues el problema de fondo no ha sido atendido. El dolor es prácticamente almacenado en nuestros cuerpos químicamente, bloqueado a operar en un estado donde estamos a un paso del quiebre, y atrapados en un ciclo en que no podemos volver a un estado seguro y saludable.
Mis artículos usualmente incluyen pocos consejos, y en su lugar buscan educar, aunque después de profundizar en nuestro dolor colectivo, no puedo no hablar sobre la recuperación.
Antes que nada: Es posible curar. No ocurrirá mágicamente — no hay una cantidad de Tiempo Libre Remunerado, o tiempo de recuperación entre empleos que garantiza una curación. Solamente descansar usualmente es ineficiente. Aunque hay una cantidad mínima de tiempo de descanso que cada persona requiere para curarse. Ese lapso de tiempo será diferente para cada persona. Pero tú tienes que hacer el trabajo. Estar activa en tu propia recuperación. Tus amigos son un buen apoyo. Un terapista en trauma es mejor. ¿Alguna que conozca la industria? Aún mejor — te ahorrará explicar cosas como “crunch” y “días antes del lanzamiento”. Si no puedes encontrar uno, este hilo de Twitter en inglés, te puede ayudar.
Podrías necesitar redefinir tu relación con el trabajo. Necesitarás aprender que la gente que te lastima no son las únicas allá afuera, y que ocasionalmente, la ligera molestia que ocasiona un jefe o compañera es solo eso — y que no es una muestra que serás culpada por algo que no es tu falla, o que serás responsable mientras que las personas que crearon la situación no lo son.
Las metas de todo esto es:
Dejar de armarte para la batalla (dejando de crear cortisol innecesario)
Eliminar el armamento que actualmente tienes (regular el exceso de cortisol)
Curar el daño causado por otras personas (arreglar los efectos inevitables de estar congelado)
Reentrenarte para que el dolor que llevas no esté constantemente añadiendo más armamento.
Cómo prevenirlo
Si eres una ejecutiva leyendo esto, necesitarás entender que esto probablemente ocurre con alguien que trabaja contigo, justo ahora. Tus valores corporativos no la protegerá de que eso ocurra. El lenguaje “empoderador” y conceptos pueden ser fácilmente dirigidos a empleados vulnerables. Convencerte a ti misma que tu espacio es “seguro” prevendrá que lo veas cuando no lo es. Las ideas no protegen a nadie — es la acción lo único que lo hará.
Para trabajadores:
Los terapistas especializados en la industria pueden ayudarte a aprender una mejor comunicación, mejor arreglo de conflictos, y mejores maneras de manejar las cosas cuando van mal. Hay acciones que pueden llevarte a tener mejor oportunidad de vivir un buen ambiente de trabajo. Aunque últimadamente, tú solo puedes ser responsable de tu propio comportamiento, y hay un límite a cuanto un individuo puede afectar un espacio de trabajo.
Para administradores, ejecutivos, fundadores y propietarios:
Debes mitigar la toxicidad con procesos robustos, con reportes anónimos y retroalimentación, con administración de proyectos diseñados para prevenir palizas. Debes diseñar tu metodología de trabajo intencionalmente para proteger a las personas que trabajan para ti. No hay forma de evitar esto. Y dado que conozco personas que dirán “¿Pero seguramente AQUÍ no? ¡Somos una familia!”, permíteme refutar la noción de que trabajar “cómo una familia” es necesariamente algo bueno. Las obligaciones sociales y emocionales implicadas pueden llevar a las personas a congelarse, por la necesidad de pelear o huir.
Déjame dar a todos algunas preguntas claras, directas, que pueden preguntarse sobre el ambiente de trabajo:
¿Es posible para los empleados plantear problemas que tienen, sin ningún riesgo?
¿Cómo reacciona la compañía cuando los trabajadores manifiestan problemas? ¿A qué prácticas administrativas se adhieren para asegurar que el personal es escuchado?
¿Cómo aseguran los procesos disciplinarios o de mejora del desempeño que los administradores no están apuntando a personal vulnerable, o personas que señalan quejas?
¿Qué entrenamiento se le ofrece a los administradores? ¿Qué expectativas tiene la compañía sobre sus administradores y cómo se mide su eficacia?
¿Das a tus equipos la agencia (capacidad de actuar) que necesitan para auto-determinar las personas, prácticas y herramientas que funcionarán mejor en su trabajo? (agencia es acción, el congelamiento ocurre en la inacción)
¿Existe alguna forma en que los valores corporativos puedan ser empleados mal? ¿Pueden ser abusados como el valor de Riot “confianza por defecto” sea usado para ignorar acoso sexual? Cómo decir, “Seguro no era esa su intención”
¿Qué tan frecuente ocurre el trabajo no planeado? ¿Cómo sus procesos y priorización maneja el trabajo? ¿Se contempla tiempo adicional en la planeación de proyectos para permitir cosas que se salen del plan?
¿Qué tan frecuentemente el equipo trabaja fuera de las horas de trabajo estandarizadas? ¿Cómo se mide? ¿Cómo aseguran tus procesos que la mayoría del trabajo no sale de las horas permitidas?
¿Qué tan claros son los objetivos para cada uno de tus equipos? ¿La gente puede confiar que los objetivos y metas definidos para ellos seguirán en dos meses? En caso contrario, ¿qué efecto imaginas que tiene en su moral y confianza hacia la compañía?
¿Cómo inculcan un sentido de seguridad psicológica en tus empleados? (Si la respuesta no es algo organizacional, no lo hacen)
¿Usan automatización y administración del flujo de trabajo en su software para administración de tareas (p.e. JIRA)? ¿Cómo estos sistemas empoderan a los equipos que los usan?
¿Están bien definidas las rutas de comunicación entre los diversos equipos?
¿Su sistema para medición de responsabilidad se alinea con esas rutas de comunicación?
¿Cómo aseguras que las oportunidades de ascenso están visibles y disponibles para cualquiera que le interese? ¿Cómo aseguras que son justas, y compensan sesgos?
¿Está tu estructura organizacional bien definida? Por cada una de las áreas de producto, ¿quién es responsable? ¿Quién rinde cuentas? ¿A quién se consulta? ¿A quién se informa?
¿Se consulta a los empleados sobre cambios que les afectan o solamente se les informa?
¿Qué estructuras y procesos se usan para asegurar que la gente no esté usando mal el poder que les da la organización?
¿Cuántas personas que han dejado tu compañía, dejarán la industria para siempre?
¿Cuántas personas que dejan tu compañía se van sin otra oportunidad de empleo?
Se honesta cuando respondas estas preguntas. Puede ser incómodo, pero puede ser bueno. Tu no resuelves los problemas al mirar a otro lado. Incluso si no te importa una mierda las personas con las que trabajas, no hay peor golpe y tocar fondo que fallar en tus entregas y tiempos, tener un equipo quemado, traumatizado que no confía en la administración y que renunciará o será despedido por manifestar sus inquietudes.
Los bonos económicos para salud mental y la terapia pagada por la empresa no ayudarán. Preocuparse por el personal es un esfuerzo de toda la organización que siempre fluye desde lo alto hasta el fondo. Cualquier comportamiento que se muestra en las posiciones más influyentes será reflejado en toda la estructura administrativa. El comportamiento que aceptamos es el que condonamos. Queda en los administradores y ejecutivos mantener un ambiente saludable.
Si eres un trabajador leyendo esto, tienes una lista de preguntas que puedes llevar a tu administrador. Y si no tienen buenas respuestas, hay opciones para contratación, y podría ser buena opción obtener un aumento y cambiar de trabajo. Ningún trabajo vale tu salud mental o física.
Te dejo una frase:
Una cultura corporativa tóxica es de lejos la mejor predicción de desgaste en la industria, y es 10 veces más importante que la compensación para predecir rotación.
— Donald Sull, Charles Sull & Ben Zweig
“Toxic Culture is Driving the Great Resignation”
Hasta la siguiente ocasión.
por los que hemos perdido
por los que aún podemos salvar
Cómo La Industria de Juegos lastima a la Gente
Gracias por la traducción!
Tlaxcala, 30 de Agosto, 2022. México
esta frase super cierta: "Ningún trabajo vale tu salud mental o física." a veces damos de mas en los trabajos nos ponemos la camiseta y dejas la nuestra de lado, hasta que el trabajo empieza a pesar volteamos a ver nuestra camiseta de nuevo, me ha pasado muchas veces, me comprometo demasiado y cuando no se te reconoce de ninguna forma (económicamente ni profesionalmente) el trabajo es cuando te sientes mal y empieza a darte el golpe de realidad.